Efectivamente llegaste pronto. Fuiste como una especie de vino gran reserva, tu alcohol venia bien para curar las heridas y tu sabor creaba la adicción necesaria para que fuera difícil desengancharse de tu aroma. Ha pasado tiempo ya, y el efecto del alcohol ya no es necesario, cerraste todas mis heridas y aún siendo totalmente adictivo tu sabor, creo que la mentalidad con la que te probé me hizo saber demasiadas cosas y demasiado pronto. Las suficientes cosas y con la innecesaria brevedad como para llegar a un punto en el que se que tengo que quitarte de mi paladar pero no se ni por donde empezar, ya que cada papila te recuerda y es posible que nuevas heridas reclamen tu alcohol que hace curar casi todo. Nunca podría tener una mala palabra hacia ti y solo me quedarán buenos recuerdos. Atentamente:
Tu bebedor más fiel.
PD: Efectivamente llegaste pronto...demasiado cerca y la herida estaba demasiado abierta aun. Si hubieras aparecido mas tarde en mi vida, no me habría echo falta tu alcohol y quizás hubiera querido disfrutar de tu sabor eternamente. No fue culpa de nadie...